LEVANTE-EMV 🔵 La denuncia de “injerencias externas” al Poder Judicial; una compensación de la presidenta del Supremo y CGPJ a los conservadores que la han propuesto
La flamante presidenta del Tribunal Supremo, Isabel Perelló Domènech, optó este jueves por redactar por su cuenta su discurso inaugural después de intentar colocar algunos párrafos en el largo discurso preparado por los servicios del Tribunal Supremo y el CGPJ -elaborado para el futuro presidente o presidenta sin saber quién iba a serlo- sobre la actividad del año 2023-2024.
gestiones de Margarita Robles mediante, estuviera en el lugar que él había ocupado durante nueve años -cuando había sido elegido por cinco- era una venganza del destino. La comisión permanente presidida por Lesmes había rechazado mantener su plaza en el Supremo al acceder a su petición de excedencia voluntaria para presentarse como candidata número 2 del PSOE por Madrid en las elecciones de junio de 2016. Después de recusar a Lesmes y recurrir la decisión, Robles perdió la plaza. Y ahora, ocho años más tarde, Margarita Robles volvía a través de Perelló a estar en plena forma.
Los vocales conservadores -influenciados por la mayoría de la APM- reflejan un clamor de sus afiliados: qué hay de lo mío. Jueces y magistrados con sus carreras truncadas -se les ha pasado el arroz- ha sido una de las graves consecuencias de la guerra de bloqueo del PP. Los magistrados quieren su plaza en el Tribunal Supremo- caso de Manuel Almenar, expresidente de la APM, que fue vocal del CGPJ en la época de Margarita Robles-, en los tribunales superiores de justicia y en las audiencias provinciales. Son noventa y ocho nombramientos en la cúpula.
Pues eso, qué hay de lo mío es lo que ha propulsado la renovación. Eso y la fecha límite del 5 de septiembre, el acto de apertura del año judicial.
“Si no existía ese ‘deadline’, seguiríamos sin presidenta”, dijo una fuente próxima al ministro de Justicia, Félix Bolaños.
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