LEVANTE-EMV 🔵 El « defecto » Gan Pampols y otros epitafios
Quienes asistieron el martes a la toma de posesión de los nuevos miembros del Consell salieron del acto contagiados de una gran dosis de pesimismo. No vieron un gobierno reconfigurado y listo para ponerse en marcha, sino uno profundamente deprimido y sin programa de actuación. No hablo de la impresión de algunos, sino de la coincidencia de todos. Reconstrucción sigue siendo un concepto sin estrategia definida. El jueves, la sesión de control en las Cortes, un día después de la que protagonizó Pedro Sánchez en el Congreso responsabilizando a Mazón del desastre del 29O, confirmó que el Ejecutivo autonómico, con su presidente a la cabeza, continúa en estado de cataplexia.
el “fichaje” del teniente general en la reserva Francisco José Gan Pampols lleva camino de convertirse en defecto sin haber gastado aún el pavimento de su despacho. Que el nuevo vicepresidente se estrene con una polémica sobre sus retribuciones, aprobadas de tapadillo, sólo es reflejo de que ni él termina de saber dónde está ni Mazón acaba de entender lo que le está pasando. En medio de una crisis en la que miles de personas se han quedado sin hogar y más de doscientas familias sin seres queridos, Gan Pampols ha marcado ya un primer récord: ser el cargo con la nómina más alta en la historia de nuestros gobiernos. Así que Mazón no ha nombrado un vicepresidente, ha contratado un directivo. Y Gan Pampols, que no cobrará como vicepresidente sino que percibirá el sueldo que ingresaría como teniente general si estuviera en activo, aunque ya se encontraba retirado cuando fue reclutado para este trabajo, no viene a prestar un servicio sino a ocupar un puesto de ejecutivo a precio de mercado.
Si la intención de Mazón al nombrarlo era que Gan Pampols se ocupara, no sólo de la reconstrucción de Valencia, sino de la de él y su gobierno, me temo que los primeros indicios apuntan a que se ha equivocado. El militar no parece un refugio seguro. Y puede convertirse en la ratificación de su condena. A Mazón se le ha tachado de soberbio. Pero su flamante vicepresidente amaga con rivalizar también en ese campo. Comenzó dando entrevistas a tutiplén, hecho por el que le felicitamos en este periódico. Pero rápidamente ha pasado a hacer la esfinge en el Parlamento, al que está obligado a atender por mucho que le incomode, y a salir de él con escolta para eludir las preguntas de los periodistas. No es una evolución que reconforte.
Con todo, el problema no es ni el sueldo ni la actitud. La cuestión es lo que se hace o lo que no se hace. El nombramiento de Gan Pampols como vicepresidente del Consell fue anunciado el martes 19 de noviembre. Entre el anuncio, seguido de una catarata de declaraciones, y la toma de posesión, el martes 26, medió una semana. Durante ese lapso de tiempo, no estando oficialmente en su nuevo puesto, Gan Pampols no podía tomar ninguna decisión. Pero sí podía preparar las primeras medidas urgentes, dada la gravedad de la situación que se vive en la zona arrasada por la DANA cuando se cumple un mes del diluvio. Sin embargo, acudió a jurar el cargo sin un papel, se hizo la foto despachando con Mazón sin ni siquiera un power point que llevarse a la cámara, fuese y no hubo nada. Y la semana ha acabado sin que haya nada.
DANA de 2024”. Y en cuanto a plantilla, el conseller con más sueldo va a ser el que menos funcionarios tenga a sus órdenes de todo el escalafón. Dependerá del personal de otros departamentos, sobre todo del de Hacienda, para la mayoría de sus actuaciones. Dado el artificio que rodeó el anuncio de su incorporación, escribí aquí que tenía trazas de copresidente. No sé si me equivoqué yo o rectificó sobre la marcha Mazón, pero lo cierto es que a la hora de la verdad no le ha dado muchas armas.
A la espera de que el Consell se ponga a gobernar, la oposición del PSPV sigue también en hibernación. La ministra secretaria general, Diana Morant, no está ni se la espera. La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, se ha dado un baño de realidad cuando ha intentado visitar la zona afectada. Le abuchean, como a todos. Bernabé ha estado al pie del cañón desde el primer minuto en esta tragedia. Pero aquí no hay agustinas de Aragón. Los ciudadanos están tan enojados con el desamparo que sienten haber sufrido que cuatro semanas después de la Gran Riada siguen sin hacer distinciones. Por primera vez desde que se creó la UME, hasta el Ejército está siendo increpado.
Los socialistas valencianos están maniatados por Madrid, que no le quitó el mando a Mazón pero no ha dudado en privar de él a su federación en la Comunitat. La estrategia se dicta en La Moncloa y sólo obedece a los intereses de La Moncloa. Por eso, lo primero que ofreció Morant a Mazón fue aprobarle los presupuestos, para que pudiera seguir en su puesto. Porque en ese momento, eso era lo que convenía a Pedro Sánchez, al que Mazón halagó en su primera visita a Valencia dejando en evidencia a Feijóo. Era un cambio de cromos (“yo te los apruebo aquí y tú en Madrid”) sonrojante en medio de la devastación. Ahora que Mazón también dispara contra Sánchez y todo su gobierno, Morant ofrece sus votos para poner a otro diputado del PP al frente del Consell, en un guión que redacta Pedro Sánchez y que ella se limita a leer antes para que el líder le aplauda después.
Cuando escribo esto, el PSOE está celebrando en Sevilla el congreso donde se refundará el partido para que deje de ser federal y se convierta en una estructura piramidal, jerarquizada sin lugar al contraste y centralista. Nunca el PSOE había celebrado un cónclave en democracia tan huérfano de poder territorial, pero aun así se ovacionará al timonel porque conservar el Gobierno central se ha convertido en un fin para el que no importan los medios y que mantiene prietas las filas. Da igual cuántos valencianos estén en la nueva ejecutiva, ninguno pesará nada. Un veterano dirigente me recuerda los conocidos versos del poeta asturiano Ángel González, ya fallecido:
« El deseo popular será cumplido.
A partir de esta hora soy -silencio-
el Jefe, si queréis. Los disconformes
que levanten el dedo.
Inmóvil mayoría de cadáveres
le dio el mando total del cementerio »
El poema al que pertenecen se titula “Elegido por aclamación”. El exdirigente que me ha hecho volver sobre él piensa que debería haber sido la ponencia política de este congreso. Pero para el PSPV también podría servir de epitafio.